ASPECTOS IMPORTANTES DE LA COP23 EN BONN, ALEMANIA

Por: Omar Ramírez Tejada, Bloggero Invitado

Bajo el lema “Una Conferencia, dos zonas”, término la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático celebrándose del 6 al 17 de noviembre de 2017, en Bonn, Alemania, bajo la Presidencia de Fiji. Incluyó la 23ª sesión de la Conferencia de las Partes (COP 23) a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), la 13ª sesión de la Conferencia de las Partes que actúa como Reunión de las Partes en el Protocolo de Kyoto (CMP 13), y la segunda sesión de la Conferencia de las Partes que actúa como Reunión de las Partes en el Acuerdo de París (CMA 1-2).

También se reunieron tres órganos subsidiarios, el 47º período de sesiones del Órgano Subsidiario de Asesoramiento Científico y Tecnológico (OSACT 47) y el Órgano Subsidiario de Ejecución (OSE 47), y la cuarta versión del primer período de sesiones del Grupo de Trabajo Especial sobre el Acuerdo de París (APA 1-4).

Entre sus objetivos estuvo, ajustar el Acuerdo de París, en especial las áreas de tecnologías, retomar daños y pérdidas por efectos del cambio climático, las emisiones de gases de efecto invernadero y la transparencia, en esta oportunidad la Conferencia reunió a más de 16,000 participantes, incluyendo más de 9,200 funcionarios gubernamentales, 5,500 representantes de organismos y agencias de la ONU, organizaciones intergubernamentales y organizaciones de la sociedad civil, y 1,200 miembros de los medios de comunicación.

Las negociaciones, que no concluyeron hasta la madrugada del sábado 18 de noviembre, se centraron en los diversos aspectos del programa de trabajo del Acuerdo de París. Las Partes adoptaron 31 decisiones, 24 bajo la COP, 7 bajo la CMP, que, entre otras cosas: brindan orientación sobre la finalización del programa de trabajo del Acuerdo de París, inician el Diálogo de Talanoa (el nombre para el Diálogo Facilitador para 2018 solicitado en la decisión 1 / CP.21, que adoptó el Acuerdo de París), y da importancia a la implementación y ambición previas a 2020, en el marco del «Momento de Fiji para la aplicación».

Otro punto destacable fue decidir que el Fondo de Adaptación cumplirá el Acuerdo de París sujeto a las decisiones que se tomarán en el CMA 1-3; operacionalizar las acciones de las comunidades locales y la plataforma de los pueblos indígenas; establecer un plan de acción de género; evaluar el proceso de examen técnico sobre mitigación y adaptación; avanzar en el financiamiento a largo plazo; y concluir los exámenes del Comité Permanente de Finanzas, el Fondo de Adaptación, la creación de capacidad en los países con economías en transición y en los países en desarrollo; y brinde orientación al Comité Ejecutivo del Mecanismo Internacional de Varsovia para Pérdidas y Daños Asociados con los Impactos del Cambio Climático.

El segmento conjunto de alto nivel bajo la COP, CMP y CMA reunió a 15 jefes de estado y gobierno, además de ministros y jefes de delegación.

Las negociaciones tuvieron lugar en la «Zona de Bula» y los eventos paralelos en la «Zona de Bonn». En la zona de Bonn, muchos actores estatales y no estatales anunciaron iniciativas para la acción climática, incluido el lanzamiento de la Iniciativa Ocean Pathway, para vincular océanos con acción de cambio climático a través de los procesos climáticos de la ONU, y el Compromiso de Bonn-Fiji, que fue adoptado por más de 300 líderes locales y regionales para cumplir con el Acuerdo de París.

Principales Puntos de Avance en la COP23

Durante las negociaciones los países trabajaron en puntos cruciales para la urgente implementación del Acuerdo de París, que permitirá que el aumento de temperatura no sobrepase los 2°C. hasta conseguir la meta de los 1.5°C.

Se necesita avanzar prioritariamente en el funcionamiento del Fondo Verde para el Clima (FVC), que permite captar recursos financieros de los países desarrollados para que las naciones en desarrollo y más vulnerables puedan afrontar las consecuencias del cambio climático. El FVC espera contar con 100 mil millones de dólares anuales a partir del 2020. Sin duda uno de los grandes retos de los próximos años será avanzar en ese tema.

En la COP23 hubo avances muy importantes para el contexto latinoamericano y caribeño. El primero referido a la aprobación de un plan de trabajo para la agricultura, ya que para las próximas reuniones discutirán temas en relación a: la adaptación de la agricultura frente al cambio climático, mejorar la capacidad de carbono en los suelos, el sector ganadero y las emisiones de GEI, la seguridad alimentaria, entre otros.

El segundo tema y que es considerado un hito es la creación de una plataforma para conocimientos locales, en la cual se resaltará el aporte tradicional, por ejemplo, de los grupos indígenas para afrontar el cambio climático, pero además se da un reconocimiento a sus capacidades ancestrales.

Resultados de la COP23 para implementar el Acuerdo de París

Diálogo de Talanoa –  se activa y pone en movimiento el plan para acelerar la acción climática con el fin de limitar el aumento de la temperatura. Las Partes han decidido que el diálogo tendrá una fase preparatoria y otra política que será liderada por las presidencias de la COP23 y la COP24, esta última se llevará a cabo en Polonia del 3 al 14 de diciembre del 2018. Durante el diálogo las Partes deberán considerar el informe sobre sobre 1.5°C que será presentado el próximo año por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC). Durante la etapa política, que se llevará a cabo en presencia de los ministros en la COP24, se reportarán las NDC que se espera contengan metas y acciones más ambiciosas de reducción de emisiones, sobre todo de los países con mayor responsabilidad histórica en el tema.

En relación al Fondo de Adaptación, se superó la meta del 2017 gracias a los aportes de Alemania e Italia que contribuyeron con 50 millones y 7 millones de euros, respectivamente.  El fondo cuenta actualmente con 93 millones de dólares.

En relación al mecanismo de pérdidas y daños se está terminando el tiempo y se cierra la ventana para poder presionar a los países desarrollados a trabajar más en este tema, dada la urgencia de brindar herramientas a los países vulnerables de recuperarse luego de eventos climáticos extremos.

POSICIÓN DE LOS ESTADOS UNIDOS Y DESAFIOS PARA EL 2018 

De hecho, Estados Unidos envió un documento a la Organización de Naciones Unidas (ONU), el día 4 de agosto de 2017, para oficializar su intención de abandonar el Acuerdo de París. También anunció que continuará participando en las negociaciones internacionales sobre cambio climático, como la COP 23. El gobierno de Donald Trump participó en la COP 23 “para proteger los intereses de Estados Unidos y asegurar que todas las opciones de políticas (ambientales) permanezcan abiertas a esta administración” pero la comunidad de países signatarios del Acuerdo de París expresó su rechazo para renegociar dicho acuerdo, que ha costado dos décadas de negociaciones.

La salida de Estados Unidos del Acuerdo de París es un asunto complejo, y tiene varias aristas. En primer lugar, su participación en emisiones de gases de invernadero ronda el 17%. En segundo lugar, al desconocer los tratados climáticos se siente libre de abandonar los compromisos adquiridos, como de hecho ya ha recortado el presupuesto de la Agencia de Protección Medioambiental (EPA). También todo indica que va a incentivar los nuevos métodos de extracción y producción de combustibles de Gases de Efecto Invernadero (GEI). En tercer lugar, dejará de contribuir con su aporte al Fondo Verde del Clima, destinado a los países de menores recursos para que puedan cumplir sus compromisos de reducción de GEI y avanzar hacia las nuevas energías limpias. Todo ello va en dirección contraria a las cláusulas del Acuerdo de París.

La buena noticia es que varias autoridades regionales y locales como es caso del gobernador de California Jerry Brown dijo que las ciudades y los estados aún pueden hacer una profunda diferencia en el cambio climático sin el apoyo de la administración Trump. Por su parte el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que 375 ciudades estadounidenses han suscrito las reducciones del Acuerdo de París, a pesar de que Estados Unidos se retiró. Prometió, además “que la ciudad de Nueva York iría aún más lejos con dramáticos recortes en las emisiones de gases de efecto invernadero a través de estrictas mejoras en los códigos de la ciudad para su principal fuente de emisiones.

Después de lo sucedido en Bonn en noviembre pasado, el próximo 2018 será otro año importante para la diplomacia climática internacional a medida que los países avanzan en la implementación del Acuerdo de París sobre cambio climático y la comunidad internacional está decidida a continuar a pesar de la posición de los Estados Unidos, tal y como ocurrió con el Protocolo de Kyoto parecería que la historia se repite, pero con características diferentes.

IMPORTANT ASPECTS OF THE COP23 IN BONN, GERMANY

By Omar Ramírez Tejada, Guest Blogger

The United Nations Climate Change Conference ended with the slogan “One Conference, Two Zones.” The conference, officially referred to as COP23, took place from November 6-17, 2017 in Bonn, Germany under the Presidency of Fiji. The conference included the 23rd session of the la Conference of the Parties (COP23) to the United Nations Framework Convention on Climate Change (CMNUCC), the 13th session of the Conference of the Parties which served as the Meeting of the Parties in the Kyoto Protocol (CMP13), and the second session of the Conference of the Parties that served as the Meeting of the Parties in the Paris Agreement (CMA 1-2).

Three subsidiary bodies also met: the 47th session of the Subsidiary Body for Scientific and Technological Advice (SBSTA 47), the Subsidiary Body for Implementation (SBI 47), and the fourth version of the first session of the Ad Hoc Working Group on the Paris Agreement (APA 1-4).

The conference objectives included adjusting the Paris Agreement, especially in the areas of technology; recoup damages and losses caused by the effects of climate change, greenhouses gas emissions and to emphasize transparency. The Conference brought together more than 16,000 participants, including more than 9,200 government officials, 5,500 representatives of UN organizations and agencies, intergovernmental and civil society organizations, and 1,200 members of the press.

Negotiations, which went on until dawn on Saturday November 18, focused on the various aspects of the work program of the Paris Agreement. The Parties adopted 31 decisions, 24 under COP, 7 under CMP, which, among other things will provide guidance on the finalization of the work program of the Paris Agreement. They undertook the Talanoa Dialogue (the name for the Facilitating Dialogue for 2018 requested in decision 1/CP.21 adopted by the Paris Agreement) and stressed the importance of implementation and ambitious action prior to 2020, within the framework of the “Fiji Moment for Implementation.”

Another noteworthy point was the decision that the Adaptation Fund will comply with the Paris Agreement, subject to decisions that will be taken in CMA 1-3; encourage the actions of local communities and adopt the indigenous peoples platform; establish a gender action plan; evaluate the technical review process that supports the exchange of experiences on mitigation and adaptation practices; advance in long-term financing; and conclude the review process of the Permanent Finance Committee, the Adaptation Fund; create capacity in countries with economies in transition and in developing countries; and provide guidance to the Executive Committee of the Warsaw International Mechanism for Loss and Damage associated with Climate Change Impacts.

The joint high-level segment under the COP, CMP and CMA brought together 15 heads of state and government, as well as ministers and delegation heads.

Negotiations took place in the Bula Zone and parallel events were held in the Bonn Zone. In the Bonn Zone, many governmental and non-governmental participants announced initiatives for climate action, including the launch of the Ocean Pathway Initiative, which aims to strengthen the inclusion of oceans in the climate change action underway through the UN’s climate processes and the Bonn-Fiji Commitment, that was adopted by more than 300 local and regional leaders to fulfill the Paris Agreement.

Main Points of Achievements at COP23

Throughout the negotiations, the involved countries worked on crucial points for the urgent implementation of the Paris Agreement, which is to keep global temperatures from exceeding 2° C. until its the goal of 1.5 ° C is reached.

It is necessary to prioritize the functioning of the Green Climate Fund (GCF), which enables raising funds from developed countries for developing and vulnerable nations that face the negative consequences of climate change. The GCF expects to have $100 billion per year starting in 2020. Without a doubt, one of the great challenges of the coming years will be to advance in this area.

Very important advances were made at COP23 in the context of Latin America and the Caribbean. One of the first relates to the approval of an historic work plan for agriculture and an agreement to discuss the following issues at subsequent meetings: implement new strategies for the adaptation of agriculture in the face of climate change; improve carbon capacity in soil, the livestock sector and GHG emissions as well as food safety, among other issues.

The second theme, considered to be a milestone, is the creation of a platform for local knowledge that will provide provide traditional contribution, for example, from indigenous groups who will participate in climate negotiations and a process that will allow them to share their traditional knowledge, best practices and ancestral capabilities.

Results of COP23 to Implement the Paris Agreement

The Talanoa Dialogue activates and sets into motion the plan to accelerate climate action with the goal of limiting a rise in temperature. The Parties have decided that the dialogue will have preparatory phase and another policy that will be led by the presidencies of COP23 and COP24, the latter to be held in Poland from December 3-14, 2018. Throughout the dialogue, the Parties must be in agreement with the 1.5° C limit that will be presented next year by the Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC).  While in the policy stage, which will be held in the presence of COP24 ministers, NDCs will report what they expect in terms of goals achieved and their most ambitious actions taken to reduce emissions, especially from countries with greater historical responsibility in the matter.

In terms of the Adaptation Fund, it exceeded its 2017 target thanks to support from Germany and Italy who contributed €50 million and €7 million euros, respectively.  The fund currently has  $93 million dollars in it.

With regard to the loss and damage mechanism, time is of the essence. The window of opportunity to pressure developed countries to work harder on this issue is closing, especially in view of the urgency to provide necessary tools to vulnerable countries to recover from extreme climactic events.

POSITION OF THE UNITED STATES AND CHALLENGES FOR 2018 

The United States sent a document to the United Nations (UN) on August 4, 2017 to formalize its intention to drop out of the Paris Agreement. The missive also announced that the US would continue to participate in international negotiations on climate change, such as COP23. Indeed, the government of Donald Trump participated in COP23 “to protect U.S. interests and ensure all future policy options remain open to the administration.” However, the community of signatory countries of the Paris Agreement expressed its rejection to renegotiate the agreement, which has taken two decades of negotiations to reach.

The United States’ decision to pull out of the Paris Agreement is a complex matter with various elements to consider. First, the US’s share in greenhouse gas emissions is around 17%. Second, by being unaware of previous climate treaties, the current US administration feels free to abandon commitments therein. In fact, it has already cut the budget of the Environmental Protection Agency (EPA). Everything indicates that the Trump administration will encourage new methods of extraction and production of Greenhouse Gas (GHG) fuels. Thirdly, the US will cut its contributions to the Green Climate Fund, which is earmarked for countries with limited resources so that they can fulfill their GHG reduction commitments and move towards new clean energy. All of this goes in the opposite direction of the clauses enshrined in the Paris Agreement.

The good news is that several regional and local authorities, such as California Governor Jerry Brown have said that cities and states can still make a profound difference on climate change without the support of the Trump administration. New York City’s Mayor Bill de Blasio said that 375 US cities have signed on to reductions of the Paris Agreement, despite the fact that the United States withdrew. Mayor de Blasio also promised, “that New York City would go even farther with dramatic cuts in greenhouse gas emissions through strict improvements in city codes for its main source of emissions.”

After what happened last November in Bonn, 2018 will be another important year for international climate diplomacy as countries move toward implementation of the Paris Agreement on climate change. The international community is determined to move forward despite the position of the United States, just as it did with the Kyoto Protocol. It would seem that history is repeating itself, but with different characteristics.

La economía del cambio climático: Los desafíos de América Latina y el Caribe

Por Geovanny Vicente, Bloggero Invitado
América Latina y el Caribe constituyen áreas del mundo cuya emisión de contaminantes alcanza apenas un 9% de acuerdo a datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Sin embargo, América Central y el Caribe son considerablemente vulnerables al impacto del cambio climático. Es una zona que ya empieza a sentir los efectos del cambio climático de manera directa y que es amenazada por el resurgimiento de enfermedades que ya se consideraban erradicadas, así como la persistencia de otros padecimientos tropicales como el dengue y la malaria.

Mientras el mundo sigue luchando por lograr la erradicación de la pobreza, debemos asegurarnos que la producción agrícola de los países no se vea afectada de forma contundente por los fenómenos naturales. En ocasión de la celebración del día de la eliminación de la pobreza, le pregunté a la ex Primera Ministra de Nueva Zelanda, Helen Clark, sobre la fórmula para acabar con este problema. Clark, a través de su cuenta oficial de Twitter @HelenClarkNZ senaló: “Uso de transferencias de efectivo, creación de empleos y educación gratuita”. A esa ecuación de tres, yo agregaría invertir en la seguridad alimentaria. Precisamente eso es lo que representa América Latina, la garantía alimentaria del mundo debido a la vasta extensión de terrenos cultivables que tiene, contando con una cuarta parte del terreno agrícola del planeta y un tercio del agua dulce.

Para algunos, el cambio climático dejó de ser un cuento de fábula ya que se acabaron los argumentos en contra. Los organismos internacionales han planteado hace tiempo la necesidad de actuar inmediatamente. Este efecto generado por las emisiones ya está provocando aumento de temperaturas, inviernos más fríos y veranos más calientes, inundaciones, sequias, huracanes de trayectoria impredecible y más feroces, así como la desaparición de algunas playas.

De acuerdo a datos de la CEPAL de 2014, si la temperatura aumenta en 2,5 grados Celsius respecto del promedio histórico, la carga económica del cambio climático podría representar entre el 1,5% y el 5% del PIB de la región. Sin embargo, los costos generados por las medidas de adaptación al cambio climático podrían representar cifras menores al 0,5% del PIB de la región. Aquí está muy claro que la prevención tiene un costo muy bajo en comparación con el ocasionado por el fenómeno. Con el conocimiento de estos datos urge una mayor inversión en energías renovables e infraestructuras sustentables, unido al cumplimiento del compromiso asumido en el Acuerdo de Paris para un modelo de desarrollo sostenible.

El gran desafío es que el cambio climático es un factor transversal a todos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), por lo cual nuestra inacción ante este flagelo pone en riesgo el logro de las metas propuestas de cara a la Agenda 2030. El ODS #13 llama a la acción  por el clima, mientras que el #6 exige agua limpia y saneamiento, pero el #7 nos pide invertir en energía asequible y no contaminante. Por otro lado, el #9 aboga por innovación e infraestructura y el #12  por producción y consumo responsable. El Acuerdo de Paris nos enseña lo que dice el último objetivo de la lista, el #17, sin la alianza estratégica de todos es imposible lograr los 16 objetivos anteriores.

En Fiji, en el marco de la COP23, nombre con que se conoce la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 2017 ((UNFCCC), se hizo el lanzamiento de una iniciativa que proveerá recursos y asistencia técnica a las pequeñas islas que son estados en desarrollo. Es una alianza entre la Organización Mundial de la Salud (OMS), la COP23 y UNFCCC. El Director General de la OMS,  Dr. Tedros Adhanom, indicó que “están lanzando la iniciativa para estas pequeñas islas en desarrollo porque ellas son las que de manera desproporcionada soportarán la carga del cambio climático”. El objetivo es que estas islas aprendan a entender y manejar los efectos negativos en la salud. Islas como Puerto Rico y Dominica son ejemplos de la vulnerabilidad de la región ante fenómenos naturales como los huracanes.

The Economics of Climate Change: Challenges Facing Latin America and the Caribbean

By Geovanny Vicente, Guest Blogger
Latin America and the Caribbean contribute barely 9 percent of air pollutant emissions globally, according to data from the Economic Commission of Latin America and the Caribbean (ECLAC).  However, Central America and the Caribbean are considerably vulnerable to the impact of climate change. The region has begun to feel the direct effects of climate change and is threatened by the resurgence of diseases that were already considered eradicated, as well as the prevalence of other tropical diseases such as dengue and malaria.

Climate change also significantly impacts the region’s economic trajectory. While the world continues to work toward eradicating poverty, we must ensure that the agricultural production of Latin America is not unduly affected by harmful emissions. On the occasion of the International Day for the Eradication of Poverty, I asked the former Prime Minister of New Zealand, Helen Clark, how to end this problem. Clark, through her official Twitter account @HelenClarkNZ replied, «Use of cash transfers, job creation and free education.» To that equation of three, I would add investing in food security—a critical source of future growth for Latin America. The region plays a large role in securing global food security due to the vast expanse of arable land and water—a quarter of the agricultural land on the planet and a third of global sources of fresh water.

International organizations have long advocated for the need to act immediately to reduce the effects of pollutants on the planet. The effect generated by emissions is already causing higher temperatures, colder winters and hotter summers, floods, droughts, hurricanes of unpredictable and more dangerous trajectories, as well as the disappearance of some beaches.

According to ECLAC data for 2014, if the temperature increases by 2.5 degrees Celsius compared to the historical average, the economic burden of climate change could represent between 1.5 percent and 5 percent of GDP in Latin American and the Caribbean. However, the costs generated by adaptation measures to climate change could represent below 0.5 percent of the region’s GDP. Thus, preventing the costly risks that rising emissions present makes good economic sense. With the knowledge of these data, a greater investment in renewable energies and sustainable infrastructure is urgently needed, together with the fulfillment of the commitment assumed in the Paris Agreement for a sustainable development model.

Climate change presents a crosscutting challenge to all 17 Sustainable Development Goals (SDGs) established by the United Nations; insufficient action to combat the negative impact jeopardizes the achievement of the proposed 2030 Agenda. Sustainable Development Goal #13 calls for action to help the environment, while SDG #6 calls for clean water and universal sanitary best practices.  Similarly, SDG #7 urges investment in affordable and clean energy, while SDG #9 advocates for innovation and infrastructure, and SDG #12 promotes responsible production and consumption. The Paris Agreement provides an excellent model and lesson learned related to the 17th, and final, SDG: without a strategic alliance, it is impossible to achieve the 16 previous objectives.

In Fiji, within the framework of COP23, the name of the United Nations Conference on Climate Change 2017 (UNFCCC), an initiative was launched that will provide resources and technical assistance to small, developing islands. This is an alliance between the World Health Organization (WHO), the COP23 and the UNFCCC.  The Director General of WHO, Dr. Tedros Adhanom, indicated that, «they are launching the initiative for these small, developing islands because they are the ones that will disproportionately bear the burden of climate change.» The objective is for these islands to learn to understand, manage, and prevent the negative effects on health and the economy.  Islands such as Puerto Rico and Dominica are prime examples of the region’s vulnerability to natural phenomena, such as hurricanes, which have massively disrupted the economies of both islands.

More international and regional programs, such as the UNFCCC, focused on developing local solutions to shared challenges that multiple countries face can help effectively pool resources to invest in new technologies that will mitigate the long and short-term economic impact of climate change on Latin America and the Caribbean.

Semana del clima en la ciudad de Nueva York: El desafío climático

Extraído del blog de la Universidad de Columbia, Estado del Planeta, por Sarah Fecht

 

Es la Semana del Clima en la ciudad de Nueva York. Líderes gubernamentales, empresas y organizaciones no gubernamentales se están reuniendo en la Gran Manzana para dialogar sobre el cambio climático, asistir a eventos (incluyendo unos cuantos organizados por los centros del Instituto de la Tierra), y presionar para tomar acción sobre lo que probablemente es el desafío más apremiante de nuestra generación. Entonces, ¿qué tal si probamos unos cuantos nuevos hábitos ecológicos durante toda una semana? Pruebe introducir estos pequeños ajustes en su estilo de vida y vea si puede incorporar algunos de ellos en su rutina regular. Si usted lo hace y se lo dice a sus amigos, eso podría hacer una gran diferencia…

Día 1: Desconecte los electrodomésticos que no esté utilizando

abstract green energy conceptDurante el primer día, estará matando a los vampiros de la electricidad. Los aparatos electrodomésticos «Vampiros» utilizan electricidad incluso cuando están apagados, y podrían estar agregando un 10 porciento adicional al costo de su factura mensual de electricidad. Para la familia estadounidense promedio, eso equivale a aproximadamente 1.100 kilovatios /hora de energía desperdiciada por año y a casi una tonelada adicional de emisiones de dióxido de carbono por año.

La solución es bastante fácil: Simplemente desconecte estos aparatos cuando no los esté utilizando. Si conecta varios vampiros de energía a una regleta, podría apagarlos todos de una vez. Acabar con los vampiros de la energía tiene una ventaja adicional: podría ahorrarle entre $100 y $200 al año en su factura de electricidad.

Día 2: Ajustar su termostato

Si usted vive en una región caliente, trate de elevar su termostato dos grados. O, si usted vive en una región fría, trate de bajarlo dos grados. Lo más probable es que realmente no note la diferencia, y dado que su calentador o su aire acondicionado tendrán que trabajar menos, usted reducirá tanto su factura de servicios públicos como su huella de carbono. Energy Star ha estimado que en los días calurosos, el subir el termostato sólo dos grados y usar un ventilador puede reducir los costos del aire acondicionado hasta en un 14 por ciento durante todo el verano. Dejar que su casa se caliente un poco más en los días de verano y que esté un poco más fría durante las noches de invierno podría ahorrarle $180 anuales.

Día 3: Deshágase de las botellas plásticas de bebidas

Plastic recycling - wasteEn 2007, los Estados Unidos quemaron un estimado de 32 a 54 millones de barriles de petróleo en la producción de botellas plásticas para agua, resultando en millones de toneladas de emisiones de carbono. Y eso sin contar las botellas de bebidas gaseosas y de otras bebidas, o las emisiones que provienen del transporte de esas bebidas hasta las máquinas expendedoras o a las tiendas de conveniencia locales. Traer su propia botella de agua reutilizable y rellenarla durante todo el día le ayudará a ahorrar dinero, a reducir las emisiones de carbono y a enviar menos basura a los vertederos o a la naturaleza.

Día 4: Sustituya cinco bombillas incandescentes por otras energéticamente eficientes

Las bombillas Energy Star utilizan un 75 por ciento menos de electricidad que las bombillas incandescentes, lo que significa un 75 por ciento menos de emisiones de carbono por lámpara. Son más caras que las bombillas tradicionales, pero le ahorrarán mucho dinero a largo plazo: Energy Star estima que reemplazar las cinco bombillas que usted utiliza más frecuentemente por bombillas de bajo consumo podría reducir su factura de electricidad en $70 anuales y podrían durarle hasta 10 veces más que las bombillas tradicionales.

Día 5: Evite la carne por un día

Dish of vegetarian food with vegetablesLa agricultura genera el nueve porciento de las emisiones de gases de efecto invernadero de los Estados Unidos. Esos gases se desprenden del estiércol y de los fertilizantes, de las máquinas que se utilizan para plantar y cosechar los cultivos, y de los traseros del ganado, principalmente del ganado vacuno. Y, debido a que los animales no son particularmente buenos convirtiendo sus alimentos vegetales en calorías, la carne tiene una huella de carbono mucho mayor que la de los alimentos vegetales. De acuerdo a un estudio, las dietas que dependen en gran medida de los productos cárnicos producen casi el doble de las emisiones de gases de efecto invernadero que las dietas vegetarianas o las veganas. Si usted actualmente es un gran devorador de carne, si evita la carne durante un día a la semana podría reducir sus emisiones en ¡385 libras por año!

Día 6: No conduzca su vehículo durante un día

Todos sabemos que nuestros coches son una fuente enorme de contaminación de carbono. El vehículo de pasajeros promedio anualmente expulsa cerca de cinco toneladas de dióxido de carbono hacia el espacio, por lo que renunciar a conducir su vehículo es una de las mejores cosas que puede hacer para combatir el cambio climático. Durante el sexto día, intente no conducir su coche. En vez de eso, trate de caminar, andar en bicicleta o tomar el transporte público, y utilice ese tiempo para leer un libro, póngase al día con su correo electrónico, vea un programa de televisión, o disfrute de otras actividades ¡que no puede hacer mientras conduce! Y a largo plazo, cuando sea hora de reemplazar su coche, considere invertir en un vehículo híbrido o eléctrico.

Día 7: Comuníquese con sus gobiernos local y estatal

De acuerdo, técnicamente, este desafío no reducirá su huella de carbono, pero al hacer que sus representantes sepan que usted quiere que tomen en serio el cambio climático puede hacer una diferencia. «Los gobiernos locales desempeñan un papel central en varios aspectos relacionados con la solución climática», dice Michael Gerrard, de la Universidad de Columbia. «Ellos establecen los códigos de construcción. La mayor parte de la energía se consume en los edificios, por lo que la eficiencia energética en la construcción y operación de los edificios es muy importante». Los gobiernos locales también pueden determinar los códigos de zonificación que pueden o no allanar el camino para el transporte público, y pueden optar por comprar flotas de vehículos gubernamentales eléctricos y de alta eficiencia energética, indica.

Consulte aquí la manera de entrar en contacto con sus representantes estatales y locales.


Climate Week NYC: The Climate Challenge

 

Extracted from Columbia University’s State of the Planet Blog by Sarah Fecht|

It’s Climate Week in New York City. Government leaders, businesses, and NGOs are gathering in the Big Apple to talk about climate change, attend events (including a few hosted by Earth Institute centers), and push for action on what is arguably the most pressing challenge of our generation.

So, how about trying out a few environmentally friendly new habits for a whole week? Try out these little lifestyle tweaks, and see if you can incorporate some into your regular routine. If you do them and tell your friends, it could make a big difference…

Day 1: Unplug the appliances you’re not using

abstract green energy conceptFor the first day, you’ll be slaying energy vampires. “Vampire” appliances use electricity even when they’re turned off, and they could be adding an extra 10 percent to the cost of your monthly electricity bill. For the average American household, that’s about 1,100 kilowatt hours of energy wasted per year, and nearly an extra ton of carbon dioxide emissions per year.

The solution is pretty easy: Just unplug these things when you’re not using them. If you plug multiple energy vampires into one power strip, you could turn them all off with the flip of a switch. Taking out energy vampires has an added bonus: it could save you $100 to $200 a year on your electric bill.

Day 2: Tweak your thermostat

If you live in a hot region, try raising your thermostat by two degrees. Or, if you live in a cool region, try turning it down by two degrees. Chances are you won’t really notice the difference, and because your heater or air conditioners will have to work less, you’ll reduce both your utilities bill as well as your carbon footprint. Energy Star estimates that on hot days, turning up the thermostat by just two degrees and using a fan can lower air conditioning costs by up to 14 percent throughout the summer. Letting your house get a little bit hotter in on summer days and a little bit colder during winter nights could potentially save you $180 per year.

Day 3: Ditch your plastic beverage bottles

Plastic recycling - wasteIn 2007, America burned an estimated 32 to 54 million barrels of oil to produce plastic water bottles, resulting in millions of tons of carbon emissions. And that’s not even counting soda and other beverage bottles, or the emissions that come from transporting those drinks to your local vending machine or convenience store. Bringing your own reusable water bottle and refilling it throughout the day will help you save money, cut carbon emissions, and send less trash to landfills or nature.

Day 4: Replace five incandescent lightbulbs with energy-efficient ones

Energy Star light bulbs use 75 percent less electricity than incandescent bulbs, which means 75 percent fewer carbon emissions per lamp. They’re more expensive than traditional bulbs, but they’ll save you a bundle in the long run: Energy Star estimates that replacing the five light bulbs you use most often with energy efficient bulbs could cut your electricity bill by $70 a year, and could last up to 10 times longer than the traditional kind.

Day 5: Go meat-free for a day

Dish of vegetarian food with vegetablesAgriculture generates nine percent of the U.S.’s greenhouse gas emissions. Those gases vent off of manure and fertilizers, the machines used to plant and harvest crops, and the rear-ends of livestock, mainly cattle. And because animals aren’t particularly great at converting their plant-based food into calories, meat has a much larger carbon footprint than plant-based foods. According to one study, diets heavy in meat products produce nearly double the greenhouse gas emissions than vegetarian or vegan diets. If you’re currently a heavy meat eater, going meat-free for one day a week could slash your emissions by 385 pounds a year!

Day 6: Take a day off from driving

We all know our cars are a huge source of carbon pollution. The average passenger vehicle spews about five tons of carbon dioxide into the skies each year, which is why giving up your car is one of the best things you can do to fight climate change. For Day 6 try not to drive your car. Try walking, biking or taking public transportation instead, and use the time to read a book, catch up on email, watch a tv show, or enjoy other activities that you can’t do while driving! And in the long-run, when it’s time to replace your car, consider investing in a hybrid or electric vehicle.

Day 7: Contact your local and state governments

Ok, this challenge won’t technically reduce your carbon footprint, but letting your representatives know that you want them to take climate change seriously can make a difference. “Local governments play a central role in several aspects of the climate solution,” says Michael Gerrard of Columbia University. “They set the building codes. Most energy is consumed in buildings, and so the energy efficiency of building construction and operations is extra important.” Local governments can also determine the zoning codes that may or may not pave the way for public transportation, and can choose to buy fleets of electric and high-efficiency government vehicles, he says.

Find out how to contact your state and local representatives here.

Por qué puede la inversión de impacto ser una herramienta eficaz para el desarrollo social

jenna_headshotPor Jenna Giandoni, bloguera invitada de GRT, investigadora de GFDD y autora de Impact Investing in the Dominican Republic

En abril de este año, la Global Foundation for Democracy and Development organizó y moderó la mesa redonda titulada Por qué la inversión de impacto puede ser una herramienta eficaz para el desarrollo social en el Foro de políticas de la sociedad civil del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional . Como ponente principal, tuve el honor de exponer los resultados de mi investigación, realizada en la República Dominicana, sobre las inversiones de impacto. En noviembre, cuando visite la República Dominicana, tendré la oportunidad de presentar las conclusiones a públicos que no sólo se interesan en entender el universo de la inversión de impacto, sino que también tienen la intención de poner en práctica esta información que tiene posibilidades de impulsar el desarrollo económico de una forma ecológica y socialmente sólida.

Depositphotos_39530373_l-2015

A través de mi investigación y profesión en el campo del desarrollo internacional y de las energías renovables, continúo promoviendo las inversiones de impacto y la necesidad de implementar un criterio de triple resultado. La inversión de impacto y el papel que esta estrategia de inversión debería desempeñar en los países en desarrollo, específicamente en la República Dominicana, es un concepto que podría alterar significativamente el destino no sólo de los individuos en los países en desarrollo, sino también del país a nivel macroeconómico. Las empresas mencionadas en mi investigación fueron identificadas a través de un proceso de divulgación mientras trabajaba como investigadora en la República Dominicana. Las empresas representan un abanico más amplio de compañías que podrían beneficiarse de las inversiones de impacto, que operan principalmente en el sector de medioambiente, un sector bastante relegado en la estrategia tradicional de inversión. Estas empresas sirven para vislumbrar el mundo de las energías renovables y de la agricultura sostenible en la República Dominicana, al tiempo que ofrecen una perspectiva sobre el potencial de la inversión de impacto en todo el país y a nivel global.

Dicho esto, examinemos brevemente la inversión de impacto. Según la Global Impact Investing Network (GIIN), la inversión de impacto incluye «las inversiones realizadas en empresas, organizaciones y fondos con la intención de generar un impacto social y medioambiental cuantificable junto a un retorno financiero». Marguerite H. Griffin del Northern Trust, clasifica aún más a los inversionistas de impacto en tres categorías: impacto primero, inversión primero y catalizador primero. Esencialmente, lo que estimula a los inversionistas de impacto primero es la maximización del impacto, mientras que los inversionistas de inversión primero están interesados ​​principalmente en los rendimientos del mercado o en una tasa mayor para su inversión. Los inversionistas de catalizador primero son los inversores que buscan aportar o invertir en alianzas para establecer la industria y la infraestructura para la inversión de impacto.

Debido a la esperada transferencia de US$30 billones durante las próximas décadas a manos de aquellos que tienen un enfoque de inversión diferente en comparación con sus predecesores, la inversión de impacto está recibiendo mucha más atención a fin de prepararse para esta transferencia de riqueza y de ideología. Afortunadamente, los fondos de impacto ofrecen rendimientos a tasas de mercado y superiores, según se cuantifican frente a fondos comparativos de inversión sin impacto.

Las inversiones de impacto no sólo están recibiendo atención por parte de los países desarrollados. Muchas organizaciones como la Corporación Financiera Internacional (IFC por sus siglas en inglés) han comenzado a realizar inversiones de impacto en los países en desarrollo, tales como la República Dominicana. En diciembre de 2012, la IFC emitió Bonos Taíno a 5 años y al 10,5%, lo que representa la primera inversión en la República Dominicana de un inversionista internacional con calificación triple A. De nuevo, en 2016, la IFC emitió Bonos Taíno a 6,5 años y al 8,75% para ayudar al desarrollo de microempresas. Otras organizaciones e instituciones financieras, tales como la Corporación de Inversiones Privadas en el Extranjero (OPIC), han manifestado su intención de seguir su ejemplo con futuras inversiones en países de América Latina y del Caribe, específicamente en el sector de medioambiente. Los emprendedores en el área de medioambiente, tales como los que operan en los sectores sostenibles de la agricultura, el ecoturismo y la energía renovable, pueden tener un impacto positivo en el medio ambiente. Los modelos de negocios de estas empresas incluyen un enfoque ambiental, ya que reconocen la gravedad del cambio climático, y tienen el deseo de minimizar los efectos ambientales asociados con la actividad humana.

Beach DR

La República Dominicana, al igual que muchos países en desarrollo, es extremadamente vulnerable a los efectos del cambio climático. El Informe de Evaluación de USAID sobre la Vulnerabilidad al Cambio Climático  describe la vulnerabilidad de islas como la República Dominicana al cambio climático, sirviendo como advertencia para los encargados de formular políticas y para el sector privado que tradicionalmente han desatendido los aspectos de índole medioambiental, especialmente en el sector empresarial. El resultado de estos impactos podría tener efectos abrumadores para las poblaciones locales y la comunidad internacional. Por ejemplo, se espera que los huracanes aumenten en los próximos años, tal como continuamos presenciando en los últimos meses. La revista Nature y el Departamento de Energía de los Estados Unidos han confirmado que los huracanes más fuertes en la región del Caribe probablemente se volverán aún más intensos como resultado del calentamiento global. A medida que el nivel del mar sube, áreas que alguna vez estuvieron secas ahora se encuentran debajo del agua en la República Dominicana y los pescadores locales observan los efectos del cambio climático a medida que ven que los manglares desaparecen y que las inundaciones aumentan. Además, la ineficiencia de las prácticas agrícolas en todo el país en relación con el uso de fertilizantes afecta a toda la industria pesquera, ya que el aumento de la escorrentía en el sistema fluvial mata los arrecifes de coral que protegen a los peces más pequeños. También, se prevén temperaturas más altas en la República Dominicana debido al cambio climático, e incluso los cambios más leves en las temperaturas podrían tener efectos drásticos que abarcan un sinnúmero de industrias, incluyendo pero no limitándose a la agricultura, la energía, la salud, el turismo y el desarrollo de la infraestructura.

Wind Farms DR

No teman. No todo es pesimismo y tristeza. La inversión de impacto ofrece una solución integral para el cambio climático. Las empresas mencionadas en mi investigación incluyen productores sostenibles de lácteos, tilapia y cacao además de granjas solares y eólicas. Son estos tipos de empresas las que han reconocido su responsabilidad de mantener un equilibrio en el ecosistema sin sacrificar sus ganancias financieras. Son empresas pioneras que allanan el camino, definiendo y dando forma a lo que será el futuro del sector empresarial. Porque si continuamos por el camino actual, realizando inversiones sin tomar en consideración su impacto social y medioambiental, realmente estaremos perdidos como especie. El mundo va a sobrevivir, pero este es nuestra hora de asumir la responsabilidad y de apoyar a estas prósperas empresas. Ahora es el momento de invertir, de realizar inversiones de impacto.

Descubra la forma de hacerlo aquí: Four Ways to Get Involved with Impact Investing

Para inversionistas, asesores y administradores de fondos: GIIN’s Impact Base


Why Impact Investment Can Be an Effective Tool for Social Development

jenna_headshotBy GRT Guest Blogger Jenna Giandoni, GFDD Fellow and Author of Impact Investing in the Dominican Republic

In April of this year, the Global Foundation for Democracy and Development organized and moderated the panel, Why Impact Investment Can Be an Effective Tool for Social Development, at the World Bank Group/IMF Civil Society Policy Forum. As a keynote speaker, I had the honor of presenting my research on impact investing conducted in the Dominican Republic. In November, while visiting the Dominican Republic, we will be fortunate enough to present the findings for audiences not only interested in understanding the world of impact investing but also who have the intention of applying this information that has the potential to advance economic development in an environmentally and socially sound way.

Depositphotos_39530373_l-2015

Through my research and continued profession in the international development and renewable energy sectors, I continue to promote impact investments and the necessity for implementing a triple bottom line approach. Impact investing and the role this investment strategy should play in developing countries, specifically the Dominican Republic, is a concept that could significantly alter the fate of not only individuals in developing countries but of the country at a macroeconomic level, as well. The highlighted companies in my research were identified through outreach while working as a Fellow in the Dominican Republic. The businesses represent a larger array of companies that could benefit from impact investments, primarily operating in the environmental sector, a sector widely neglected in traditional investment strategy. These businesses serve as a glimpse into the world of renewable energy and sustainable agriculture in the Dominican Republic, while offering insight into the potential of impact investing throughout the country and the globe.

With that said, let us briefly examine impact investing. According to the Global Impact Investing Network (GIIN), impact investing includes “investments made into companies, organizations, and funds with the intention to generate measurable social and environmental impact alongside a financial return”. Marguerite H. Griffin of Northern Trust further categorizes impact investors into three categories: impact first, investment first, and catalyst first. Essentially, impact first investors are driven by maximization of impact, whereas investment first investors are primarily interested in market-rate or premium returns on their investment. Catalyst first investors are investors who seek to give or invest in collaborations to build the impact investing industry and infrastructure.

Because of the expected US$30 trillion transfer of wealth expected over the next several decades into the hands of those who have a different approach to investing compared to their predecessors, impact investing is receiving far more attention in order to prepare for this transfer of wealth and ideology. Fortunately, impact funds provide market rate returns and above as measured against comparative non-impact investment funds.

Impact investments are not only receiving attention in developed countries. Many organizations such as the International Finance Corporation (IFC) have begun to make impact investments in developing countries such as the Dominican Republic. The IFC issued 5-year 10.5% Taino Bonds in December 2012, representing the first domestic placement by an international triple-A rated issuer in the Dominican Republic. Again in 2016, the IFC issued 6.5 year 8.75% Taino Bonds to assist the development of microenterprises. Other organizations and financial institutions, such as the Overseas Private Investment Corporation (OPIC), have stated their intent to follow suit with future investments in Latin American and Caribbean nations, specifically in the environmental sector. Environmental entrepreneurs, such as those operating in sustainable agriculture, ecotourism, and renewable energy, can all have a positive impact on the environment. These businesses have an environmental focus incorporated into their business model, recognizing the severity of climate change, and have a desire to minimize the environmental effects associated with human activity.

Beach DR

The Dominican Republic, like many developing countries, is extremely vulnerable to the effects of climate change. USAID’s Climate Change Vulnerability Assessment Report outlined the vulnerability of islands such as the Dominican Republic to climate change, serving as a warning for policy makers and the private sector that have historically neglected environmental considerations, especially in the business sector. The result of these impacts could have overwhelming effects on local populations and the international community. Hurricanes, for example, are expected to increase in the coming years as we have continued to witness in recent months. The journal, Nature, and the US Department of Energy further confirmed that stronger hurricanes in the Caribbean region are likely to grow even more intense as a result of global warming. As sea levels rise, areas that were once dry are now under water in the Dominican Republic and local fishermen observe the effects of climate change as they watch mangroves disappear and flooding increases. Additionally, inefficient farming practices throughout the country in relation to fertilizer usage affect the entire fishing industry as increased runoff into the waterway system kills coral reefs which protect smaller fish. Higher temperatures are also predicted in the Dominican Republic due to climate change and even the slightest changes in temperature could have drastic effects spanning across countless industries including but not limited to agriculture, energy, health, tourism, and infrastructure development.

FWind Farms DRear not. It is not all doom and gloom. Impact investing provides a comprehensive solution to climate change. The businesses highlighted in my research include sustainable dairy, tilapia, and cacao businesses along with solar and wind farms. It is these types of businesses that have recognized a responsibility to maintain a balance in the ecosystem while not sacrificing financial gain. They are pioneers leading the way, carving in stone, shaping what will be the future of the business sector. For if we continue down the current destructive path, making investments with no consideration for social and environmental impact, we will truly become lost as a species. The world will survive, but it is our time to take responsibility and support these burgeoning businesses. The time is now to invest, impact invest.

Find out how here: Four Ways to Get Involved with Impact Investing

For investors, advisors, and fund managers: GIIN’s Impact Base

 

Destapando el potencial del Mercado de Energía Renovable en América Latina

La Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por sus siglos en inglés) recientemente público su reporte titulado Análisis del Mercado de Energía Renovable: América Latina confirmando que la inversión total en América Latina en el 2015 alcanzó el monto de US$16.4 billones, ¡representando alrededor del 6% del total global!

Sobre el periodo 2010-2015, el Director General de IRENA, Adnan. Z. Amin, confirmó que Latino América ha visto visto inversiones significativas en energía renovable en los últimos años, excediendo los US$80 billones.

Renewable Energy

A nivel nacional, México, Chile y Brasil ahora se han unido a lista de los principales 10 productores de energía renovables en los mercados mundiales. En el 2015, inversiones en Brasil representaron el 40% de la inversión total en la región de Latino América. México, donde las inversiones de energía renovables se redoblaron entre el 2014 y 2015, alcanzando US$4 billones. Chile se colocó en el tercer lugar de América Latina con una inversión de US $3.4 Billones invertidos, un incremento de 150% desde el 2014.

Pero ¿Por qué América Latina cuenta con tan importante cantidad de energía renovable?

IRENA explica que esto se deriva del desarrollo histórico de la energía hidroeléctrica y la bioenergía. Estima que la inversión regional total en energía hidroeléctrica en el 2015 es de US$9 billones.

La energía de biomasa mayormente se usada en los sectores industriales y de transporte. Ambos sectores dominan el consumo de energía regional, principalmente debido a flotas de vehículos menos eficiente. Por esta razón, el sector del transporte representa un mayor porcentaje del consumo de energía que otras regiones en el mundo.

La energía eólica ha sido la de mayor crecimiento en Brasil, donde el récord de capacidad es de 2.7 GW que ha representado en el 2015 ¡Casi 3 veces el nivel más alto desde su instalación en el 2013!

Oportunidades de Inversión

En general, la mayor parte de energía hidroeléctrica en la electricidad mixta es en algunos países de Latino América (Desde 100% en Paraguay hasta 9% en México, promediando 50% en toda la región) creando oportunidades para desarrollar nuevas fuentes de tecnología renovable.

Países con diferentes grados de liberación en el sector energético, como Chile o Brasil, se encuentran entre los más altos destinos para inversión de energía renovable. Aún, los productores con mayor desenvolvimiento incluyendo Uruguay y Costa Rica, quienes los cuales tienen integradas sus utilidades verticalmente y donde la participación del sector privado sigue el modelo de productores de energía independiente.

Fuentes de financiamiento y oportunidades de crecimiento local

Las instituciones nacionales de financiamiento público juegan un papel muy importante en la región para promover la inversión de energía renovable. En el 2015, contaban por más de un tercio de la proyección financiera de energía limpia en Latino América.

El financiamiento privado para la energía renovable ha tenido un papel especial en ciertos mercados como el de corto plazo y puente de préstamos; refinanciamientos; financiando la adquisición de los valores operativos; y la financiación intermedia.

Hoy, cerca de dos millones de personas actualmente trabajan en el área de energía renovables. Bio-combustibles líquidos es el principal empleador, representando cerca de 1 millón de empleos, mayormente en Brasil, Colombia y Argentina.

Depositphotos_15455965_xl-2015

El próximo empleador son las empresas hidroeléctricas con más de medio millón de empleos, y energía eólica con 64,000 empleos.

De igual forma la energía renovable apoya la creación de industrias locales, especialmente actividades sinérgicas ya existen, como lo muestra el caso del sector energía eólica en Brasil. Esto es una propuesta atractiva para una región con una relativa baja contribución manufacturera producto interno bruto.

Una oportunidad para acelerar el aprovechamiento de las energías renovables

Con la rápida reducción en costo, el desarrollo de tecnologías de energía renovable y la consolidación en las políticas energéticas en la región han dado paso a que las mejores fuentes del mundo en energía renovable ofrezcan una oportunidad sin precedentes para acelerar el consumo de renovables entre todos los sectores. Esto en particular en algunas regiones específicas donde la unidad lingüística y una historia compartida han logrado proyectos exitosos.

Para saber más por favor leer nuestro reporte oficial disponible aquí.


Uncovering the Potential of the Latin American Renewable Energy Market

The International Renewable Energy Agency (IRENA) recently released its report entitled Renewable Energy Market Analysis: Latin America confirming that the total renewable energy investment in Latin America in 2015 amounted to $ 16.4 billion USD, representing about 6% of the global total!

Renewable Energy

Solar panels and wind turbine against blue sky

Over the period 2010-2015, IRENA Director-General, Adnan Z. Amin, confirmed that Latin America has seen significant investment in renewable energy in recent years, exceeding USD 80 billion.

On a national level, Mexico, Chile and Brazil have now joined the list of the top 10 renewable energy markets in the world. In 2015, investment in Brazil represented 40% of the Latin American region’s total. Mexico, where renewable energy investment doubled between 2014 and 2015, reach USD 4 billion. Chile ranked third within Latin America with USD 3.4 billion invested, a 150% growth from 2014.

But why does Latin America have such a large share of renewables?

IRENA explains that this derives from the historical development of hydropower and bioenergy. It estimates that the total regional investment in large hydropower at USD 9 billion in 2015.

Bioenergy is mainly used in the industrial and transport sectors. Both sectors dominate regional energy consumption, mainly due to a less efficient vehicle fleet and differing modal composition. For this reason, transport represents a larger share than in other major regions of the world.

Wind power is growing the most in Brazil, where a record capacity of 2.7 GW was commissioned in 2015 – almost three times the level installed in 2013!

Investment opportunities

Overall, the high share of hydropower in the electricity mix of some Latin American countries (from 100% in Paraguay to 9% in Mexico, and averaging 50% for the whole region) creates opportunities for scaling up other renewable energy technologies.

Countries with different degrees of power sector liberalisation, such as Chile or Brazil, ranked among the top destinations of renewable energy investments. Yet, top performers also include Uruguay and Costa Rica, which have vertically integrated utilities and where private participation in the power sector follows the model of independent power producers.

Sources of finance and local economic growth opportunities

National public financing institutions play an important role within the region to promote investment in renewable energy. In 2015, they accounted for over one-third of new clean energy project finance in Latin America.

Private finance for renewable energy has a special role in certain niche segments such as short term and bridge loans; refinancing; financing the acquisition of already operational assets; and mezzanine financing.

As of today, close to two million people already work in renewables in the region. Liquid biofuels is the main employer, accounting for nearly 1 million jobs, mostly in Brazil, Colombia and Argentina.

The next employer is large hydropower with more than half a million jobs, and wind at 64,000 jobs.

Depositphotos_15455965_xl-2015

Renewables are also supporting the creation of local industries, especially if synergistic activities already exist, as the case of the Brazilian wind sector shows. This is an attractive proposition for a region with a relatively low contribution of manufacturing to GDP.

An opportunity for accelerating renewables uptake

Rapid cost reductions, maturing renewable energy technologies and the consolidation of renewable energy policies in a region endowed with some of the world’s best renewable resources offer an unprecedented opportunity to accelerate the uptake of renewables across all sectors. This is particularly so specifically in a region where linguistic unity and a shared history heighten the replicability of successful projects.

To find out more please read the official report available here.

 

El impacto del cambio climático en las enfermedades

Por el bloguero invitado y presidente/CEO de Angam Scientific, LLC, Richard A. Lutes, MD.

Los humanos siempre han estado encerrados en una carrera armamentista en términos evolutivos con los patógenos. El éxito o fracaso de un agente patógeno depende totalmente de su capacidad para sobrevivir, reproducirse y propagarse a un nuevo portador o entorno. El portador intentará reconocer y posteriormente librar al cuerpo del intruso. La evolución paralela entre el portador y el patógeno ocurre naturalmente debido a estas interacciones y es una batalla que continuará en el futuro previsible. A nivel básico, este concepto sugiere que cuando un portador desarrolla nuevas defensas para frustrar el ataque de un agente patógeno, el patógeno se ve obligado a montar una estrategia de ataque más extraordinaria para penetrar las defensas reforzadas. Como respuesta, el portador debe desarrollar una vez más nuevas defensas para hacer frente al nuevo mecanismo de ataque, y el ciclo continúa.

Un factor que frecuentemente ha alterado la balanza a favor de los agentes patógenos es el medio ambiente. Existen numerosos ejemplos de factores ambientales que se unen para crear pandemias globales como la peste, la viruela, el VIH y la influenza en 1918. Estos acontecimientos fueron los responsables de que se perdieran millones de vidas. Actualmente la mayor amenaza es el cambio climático. El cambio climático ya está teniendo lugar y avanza más rápidamente de lo que se esperaba anteriormente, y ahora estamos viendo los efectos sobre la salud humana a escala mundial.

Los inviernos más cálidos están permitiendo que las garrapatas avancen hacia el norte, acarreando enfermedades como la enfermedad de Lyme, el virus Powassan, los virus Bourbon y otros cuyas consecuencias son letales.  Una de las indicaciones más claras sobre los riesgos para la salud en un mundo en el que existe el calentamiento global ha surgido en una de las economías más avanzadas del mundo, ya que Canadá lucha aunque de manera tardía contra la migración de la enfermedad de Lyme en América del Norte. En los Estados Unidos, los casos registrados de la enfermedad de Lyme han aumentado de menos de 10.000 casos registrados en 1991 a más de 27.000 casos en 2013. Canadá se encontraba en buena posición para verse afectado por la propagación de la enfermedad. Las temperaturas más cálidas permiten que las garrapatas portadoras de la enfermedad de Lyme prosperen más hacia el norte. Ya en el modelo publicado en 2005 por el investigador Nicholas Ogden, quien trabajaba en esa época en la Universidad de Montreal, se indicaba que la distribución geográfica de la garrapata portadora de Lyme podría expandirse hacia el norte de manera significativa durante este siglo debido al cambio climático. No sólo Canadá se encuentra amenazado, sino que hay un número cada vez mayor de garrapatas portadoras de enfermedades que se «trasladan en dirección Norte» hacia Francia, Gran Bretaña y hasta Escocia, e incluso a Rusia.

¿De dónde provendrá la próxima amenaza global? Con el calentamiento del planeta los países tropicales son las áreas de mayor biodiversidad en el planeta y representan las áreas con las mayores probabilidades de ser el origen de la próxima pandemia.

map threats disease

América del Sur es un hervidero de virus posiblemente mortales, según revela una nueva investigación de la Alianza EcoHealth de Nueva York. Su estudio es la primera investigación exhaustiva de todos los virus conocidos que infectan a los mamíferos y los descubrimientos muestran que los murciélagos son la mayor amenaza, ya que portan un «porcentaje proporcionalmente mayor de virus capaces de infectar a los humanos que cualquier otro grupo de mamíferos».

Macro of mosquito sucking bloodEl ejemplo más reciente de enfermedades que se han originado en América del Sur es el brote del virus del Zika que comenzó en Brasil. Aunque casi todos los casos que han sido reportados en los Estados Unidos han sido portados por personas que viajaron hacia los Estados Unidos, el calentamiento global puede hacer que el sur de los Estados Unidos se convierta en una fuente potencial de infección.

No es únicamente en los países tropicales donde el cambio climático puede representar una amenaza. En la Antártida y en el Polo Norte el cambio climático está derritiendo el permafrost.

En el permafrost oscuro, frío y sin oxígeno, los agentes patógenos pueden sobrevivir en suelos congelados durante millones de años y cuando se descongelan pueden liberar virus y bacterias muy antiguas. Los científicos han logrado reactivar una bacteria de 8 millones de años que yacía dormida en el hielo, debajo de la superficie de un glaciar en los valles Beacon y Mullins de la Antártida. En el mismo estudio, también revivieron antiguas bacterias que yacían bajo el hielo por más de 100.000 años. Estos agentes patógenos pueden regresar a la vida cuando son descongelados. Algunos virus patógenos que podrían infectar a los seres humanos o a los animales podrían encontrarse preservados en las antiguas capas del permafrost, incluyendo algunos que han causado epidemias globales en el pasado. Un ejemplo más reciente ocurrió en 2016 cuando se reportaron múltiples casos de ántrax en Siberia debido al deshielo del permafrost.

Global WarmingSi el mundo continúa como hasta ahora, las concentraciones atmosféricas de CO2 probablemente superarán los 700 ppm en el año 2100, y seguirán aumentando. Esto es casi el doble del nivel actual y mucho más del doble del nivel preindustrial que era de 280 ppm. Los modelos climáticos más modernos sugieren que esto resultará en un aumento de alrededor de 3,5oF en las temperaturas globales durante el próximo siglo. Esto representa un ritmo de cambio climático que no se ha visto en el planeta por lo menos durante los últimos 10.000 años.

En este planeta más caliente, con frecuencia veremos nuevas enfermedades que requerirán una vigilancia constante para identificar y tratar las nuevas enfermedades que surjan.

El Dr. Lutes participó recientemente en un evento de la ONU organizado conjuntamente por GFDD, el United Nations Association of the United States of America Council of Organizations (UNA USA COO) y el Institute for Life Sciences Collaboration. El evento, una conferencia internacional sobre nuevos diagnósticos y tratamiento accesible, tuvo como título Promover el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 de las Naciones Unidas (Buena salud y bienestar) y tuvo lugar en el Church Center de la ONU. Fue una oportunidad inigualable para que los asistentes participaran junto a un grupo diverso de ponentes que incluía a representantes de alto nivel de la Organización Mundial de la Salud, el Banco Mundial y varios médicos. La conferencia, que tuvo lugar ante un público compuesto de 80 personas, se dividió en tres partes, incluyendo dos mesas redondas sobre los Desafíos en el Diagnóstico de Enfermedades que Resurgen y Tratamientos Asequibles Aplicables y una sesión para el establecimiento de redes profesionales. Los panelistas discutieron una amplia gama de temas de actualidad sobre salud pública en los países en desarrollo, desde brotes de virus tropicales y su interrelación con el cambio climático hasta la prevalencia de pandemias como la tuberculosis o la rabia, ofreciendo soluciones eficaces y asequibles para ayudar a abordarlos.

Para obtener más información sobre los resultados de este evento, por favor presione aquí.


The Impact of Climate Change on Disease

 By Guest Blogger Richard A. Lutes, MD, President / CEO of Angam Scientific, LLC

Humans have forever been locked in an evolutionary arms race with pathogens.  The success or failure of a pathogen is entirely dependent on its ability to survive, reproduce, and spread to a new host or environment.  The host will attempt to recognize and subsequently rid the body of the intruder. Co-evolution between host and pathogen naturally occurs because of these interactions and it is a battle that will continue into the foreseeable future. At the basic level, this concept suggests that when a host evolves new defenses to thwart a pathogen’s attack, the pathogen is forced to adapt a more impressive attack strategy to penetrate the heightened defenses. In response, the host must once again develop new defenses to cope with the new attack mechanism, and the cycle continues.

One factor that has frequently upset the scales in favor of the pathogens is the environment.  There are numerous examples of the environment factors coming together to create global pandemics such as the plague, small pox, HIV and influenza in 1918.  These events were responsible for millions of lives lost.  The greatest threat today is from climate change.  Climate change is under way and proceeding more rapidly than anyone previously expected and we are now seeing on a global scale the effects on human health.

Warmer winters are allowing ticks to mover further north carrying diseases such as Lyme Disease, Powassan virus, Bourbon viruses and others with lethal consequences.  One of the clearest signs of health risks in a warming world has emerged in one of the world’s most advanced economies, as Canada belatedly struggles to cope with Lyme disease’s migration in North America.  In the United States, reported cases of Lyme disease have increased from fewer than 10,000 reported cases in 1991 to more than 27,000 cases by 2013. Canada was well-positioned to be affected by the spread of the disease. Warmer temperatures are allowing Lyme-carrying ticks to thrive further north.  As early as 2005 modeling, published by researcher Nicholas Ogden, then at the University of Montreal, indicated that the geographic range of the Lyme-carrying tick could expand northward significantly due to climate change in this century.  It is not just Canada that is threatened but there are a growing numbers of disease-carrying ticks «moving North» to France, Britain and as far as Scotland and even Russia

Where will the next global threat come from? With the planet warming tropical countries are the most biodiverse areas on the planet and are a likely source of the next pandemic.

map threats disease

South America is a hotbed of potential killer viruses, new research from the EcoHealth Alliance in New York has revealed.  Their study is the first comprehensive look at all viruses known to infect mammals and the findings show bats are the biggest threat, carrying a “significantly higher proportion of viruses able to infect people than any other group of mammals”.

Macro of mosquito sucking blood

The most recent example of diseases originating in South America is the Zika virus outbreak which started in Brazil.  Although almost all US cases today are from travel to the US, global warming may make southern US a potential source of infection.

It is not just in tropical countries where climate change may pose a threat.  In Antarctica and the North Pole climate change is melting the permafrost.

In the cold dark permafrost, with no oxygen, pathogens can survive in soils frozen for millions of years and when thawed may release ancient viruses and bacteria.  Scientists have managed to revive an 8 million-year-old bacterium that had been lying dormant in ice, beneath the surface of a glacier in the Beacon and Mullins valleys of Antarctica. In the same study, bacteria were also revived from ice that was over 100,000 years old.  These pathogens can spring back to life as they thaw.  Pathogenic viruses that can infect humans or animals might be preserved in old permafrost layers, including some that have caused global epidemics in the past.  A most recent example occurred in 2016 when multiple anthrax cases were reported in Siberia due to permafrost thaw.

Global WarmingIf the world proceeds on a «business as usual» path, atmospheric CO2 concentrations will likely be more than 700 ppm by 2100, and they will still be rising. This is nearly double the current level and much more than double the preindustrial level of 280 ppm. State-of-the-art climate models suggest that this will result in an increase of about 3.5oF in global temperatures over the next century. This would be a rate of climate change not seen on the planet for at least the last 10,000 years.

In this hotter planet, we will see new diseases frequently which will require constant surveillance to identify and treat the new emerging diseases.

Dr. Lutes recently participated in a UN event co-organized by GFDD, the United Nations Association of the United States of America Council of Organizations (UNA USA COO) and the Institute for Life Sciences Collaboration. The event, an International Conference on Novel Diagnostics & Affordable Treatment, was titled Advancing UN Sustainable Development Goal 3 (Good Health & Well-being) and took place at the UN Church Center. It was a unique opportunity for attendees to engage with a diverse panel of speakers that included high-level representatives from the World Health Organization, the World Bank and several medical practitioners. The conference, which took place before an audience of 80 people, was split into three parts including two panel discussions on Diagnostic Challenges of Resurging Diseases and Applicable Affordable Treatments and a networking session. The panelists discussed a wide range of ongoing public health issues in developing countries, from tropical virus outbreaks and their interrelation with climate change, to the prevalence of pandemics such as tuberculosis or rabies, offering effective yet affordable solutions to help tackle them.

To find out more about the outcomes of this event, please click here.

 

 

 

 

Edificios Energéticamente Inteligentes en Ascenso

Por GFDD Pasante, Osward Hiraldo

modern city buildings in the afternoonLos rascacielos dominan el horizonte de nuestras principales ciudades en todo el mundo, pero pocos paran para pensar en la cantidad de energía que se necesita para alimentar estas estructuras. «Los edificios son responsables de una enorme cantidad de uso de energía global, consumo de recursos y emisiones de gases de efecto invernadero», confirma el Consejo de Construcción Verde de Estados Unidos.

¿Por qué los edificios son tan fundamentales para luchar contra el cambio climático? Los edificios de cada categoría representan casi el 40 por ciento de las emisiones de CO2 de los Estados Unidos. El CO2 es un gas de efecto invernadero que contribuye al calentamiento global. Estos números superan a los sectores industrial y de transporte. De acuerdo con DVIRC (Delaware Valley Industrial Resource), los edificios comerciales representan una quinta parte de la energía consumida por los Estados Unidos. Tales edificios incluyen espacios de oficinas, tiendas minoristas e instituciones educativas, pero con espacios de oficinas que consumen la mayor cantidad de energía a pesar de estar en segundo lugar en la cantidad de edificios y el espacio real que ocupan.

Los edificios comerciales consumen la mayor cantidad de energía, pero no tiene por qué ser así. Gracias a la tecnología moderna, existen muchas alternativas para reducir su huella de carbono y, al mismo tiempo, ser económicamente eficientes. Las soluciones actuales incluyen ventanas inteligentes, bombillas de bajo consumo energético e incluso motores eficientes en energía. Los nuevos edificios de todo el mundo se esfuerzan por obtener la certificación LEED (Liderazgo en Energía y Diseño Ambiental), una fuente de atracción para los potenciales inquilinos. Los edificios certificados por LEED tradicionalmente buscan reducir sus emisiones de CO2 en un 34 por ciento, su consumo de energía en un 25 por ciento y su consumo de agua un 11 por ciento menos que los edificios típicos. Se estima que entre 2015 y 2018, los edificios certificados por LEED en los Estados Unidos ahorrarán $ 1.2 mil millones en ahorro de energía, $ 149.5 millones en ahorro de agua, $ 715.2 millones en ahorros de mantenimiento y $ 54.2 millones en ahorro de residuos.

Skyline of Houston, TexasLa eficiencia ecológica en los edificios comerciales no se trata sólo de combatir el cambio climático y de ahorrar dinero, los inquilinos potenciales pueden ver el verde de manera eficiente como proporcionarles un mejor ambiente de trabajo. Las personas que trabajan en edificios con certificación verde piensan y duermen mejor que otras personas que trabajan en edificios que no tienen certificación ecológica. Un estudio de Harvard llegó a la conclusión de que las personas que trabajaban en edificios con certificación verde tenían un 26 por ciento más de puntuaciones de función cognitiva, veían un 30 por ciento menos síntomas de salud y reportaron un 6,4 por ciento de puntuaciones más altas de sueño. Estas cifras apoyan la idea de que el CO2 tiene un impacto directo en el rendimiento de las personas. Los inquilinos querrían trabajadores productivos y, por lo tanto, querrían edificios con eficiencia energética.

¿Qué pasa con edificios antiguos? Desde la década de 1980, los edificios han estado utilizando ventanas de alto grado que controlan el flujo de calor dentro de los edificios. Estos tipos de ventanas pueden tener un efecto drástico en el consumo de energía. El problema es que la mitad de los edificios comerciales actuales se construyeron antes de los años ochenta y no tienen este tipo de paneles. Otras tecnologías que pueden reducir el consumo de energía tampoco están presentes en edificios antiguos. Aunque edificios antiguos están en desventaja que no ha detenido un bloque de edificios en New Wellington, Nueva Zelanda. Un bloque de la ciudad de los edificios que fueron construidos en los años 70 ahora es un super-bloque de energía-elegante. Estos edificios reciclados redujeron sus emisiones en un 30% y se convirtieron en edificio de 5 estrellas de Nabers NZ, una herramienta respaldada por el gobierno que mide la eficiencia energética en el sector comercial. Estos edificios en Nueva Zelanda no son los únicos ejemplos, los propietarios de edificios en todo el mundo han hecho retrofits de edificios antiguos para llevarlos a la norma para el siglo XXI. Esto es importante para mostrar porque un edificio no tiene que ser eviscerado y reconstruido para ser considerado eficiente de la energía, todo lo que necesita es un proyecto de retroadaptación bien pensado.

Las construcciones eficientes en energía serán el estándar que los edificios deberán adoptar en las próximas décadas y las instituciones gubernamentales se están preparando para cuando llegue ese momento. Europa está adoptando nuevos enfoques para promover la eficiencia energética en los edificios mediante el desarrollo de un sistema que pueda medir la «disposición inteligente» de los edificios. Este tipo de sistema aumentaría la sensibilización de los propietarios de edificios y los inquilinos de la eficiencia energética y los posibles ahorros de costes de los sistemas de construcción en toda Europa. Europa está haciendo esto porque la digitalización del sistema energético está cambiando rápidamente el panorama energético. Pensar en el futuro permite una integración más fácil de las energías renovables, las redes inteligentes y el desarrollo de edificios «listos para el uso». No nos detengamos y nos aseguremos de que todos trabajemos juntos hacia una economía urbana.


Energy Smart Buildings on the Rise

By Osward Hiraldo, GFDD Intern

modern city buildings in the afternoon

Skyscrapers dominate the skyline of our major cities around the world, but few would stop to think about the amount of energy it takes to power these structures. «Buildings are responsible for an enormous amount of global energy use, resource consumption and greenhouse gas emissions» confirms the U.S. Green Building Council.

Why are buildings so fundamental for the fight against climate change? Buildings of every category account for almost 40 percent of CO2 emissions of the United States. CO2 is a greenhouse-gas that contributes to global warming. These numbers outpace the industrial and transportation sectors. According to DVIRC (Delaware Valley Industrial Resource), commercial buildings account for one-fifth of the energy consumed by the United States. Such buildings includes office spaces, retail stores, and educational institutions but with office spaces consuming the most energy despite being second to [please indicate which type of buildings is first] in the amount of buildings and actual floor space they occupy.

Commercial buildings consume the most energy but it does not have to be that way. Thanks to modern technology there are many alternatives to reduce their carbon footprint while at the same time being economically efficient. Today’s solutions include smart windows, energy efficient light bulbs and even energy efficient motors. New buildings around the world strive to gain LEED (Leadership in Energy and Environmental Design) certification, a source of attraction for potential tenants. LEED-certified buildings traditionally seek to reduce their CO2 emissions by 34 percent, their energy consumption by 25 percent, and their water consumption by 11 percent less than typical buildings.  It is estimated that between 2015 and 2018, LEED-certified buildings in the United States will save $1.2 billion in energy savings, $149.5 million in water savings, $715.2 million in maintenance savings, and $54.2 million in waste savings.

Skyline of Houston, TexasGreen efficiency in commercial buildings is not just about combating climate change and saving money, potential tenants see green efficiently as providing them with a better work environment. People working in green-certified buildings think and sleep better than other people working in buildings that are not green-certified. A Harvard study concluded that people that worked in buildings with green certification had 26 percent higher cognitive function scores, saw 30 percent fewer health symptoms, and reported 6.4 percent  of higher sleep scores. These figures support the idea that CO2 has a direct impact on the performance of people. Tenants would want productive workers and therefore would want energy efficient buildings.

What about older buildings? Since the 1980s, buildings have been using high grade windows that control the flow of heat within buildings. These types of windows can have a drastic effect on energy consumption. The problem is that half of current commercial buildings were constructed before the 1980s and do not have these types of panels. Other technologies that can reduce energy consumption are also not present in older buildings. Although older buildings are at a disadvantage that hasn’t stopped a block of buildings in New Wellington, New Zealand. A city block of buildings that were built in the 1970s are now an energy-smart super block. These recycled buildings  reduced their emissions by 30%  and became 5 star building by Nabers NZ, a government-backed tool that measures energy efficiency in the commercial sector. These buildings in New Zealand are not the only examples, building owners around the world have done retrofits of older buildings to bring them up to standard to the 21st century. This is important to show because a building does not have to be gutted and rebuilt to be considered energy efficient, all it needs is a well thought-out retrofit project.

Energy efficient constructions will be the standard for buildings to adopt in the coming decades and government institutions are preparing for when that time comes. Europe is taking new approaches to promoting energy efficiency in buildings by developing a system that can measure the «smart readiness» of buildings. This type of system would raise awareness for building owners and tenants of the energy efficiency and potential cost savings of building systems across Europe.. Europe is doing this because the digitization of the energy system is rapidly changing the energy landscape. Thinking ahead allows for an easier integration of renewable energy, smart grids and the development of “smart-ready” buildings.  Let’s not get behind and ensure we all work together towards a green urban economy.

 

Cambiando de estrategia y de motores: uso de vehículos eléctricos para salvar al planeta y sus habitantes

Por el gerente de programas y relaciones externas de GFDD ante la ONU, Marc Jourdan

electric-car-1458836_1920En caso de que no lo hubiera escuchado antes, el nuevo presidente francés, Emmanuel Macron, anunció hace dos semanas que su país ¡pondrá fin a la venta de automóviles a gasolina o diésel a más tardar en el año 2040!

Este cambio de posición se produce después de las declaraciones relacionadas con este tema emitidas por países tales como Noruega, que busca efectuar la transición plena a la venta de vehículos eléctricos antes del año 2025, los Países Bajos, que se encuentra discutiendo una ley similar, y la India, que quiere convertirse en una nación cuya totalidad de vehículos automotores sea eléctrica a más tardar en 2030.

Entonces, ¿cuál es la razón por la que todos estos países están cambiando repentinamente hacia los automóviles eléctricos? Además de los argumentos medioambientales defendidos por los países arriba mencionados y signatarios del reciente Acuerdo de París sobre el cambio climático, también existen importantes razones relacionadas conla salud pública, incluyendo el hecho de que la población mundial está aumentando rápidamente (la ONU estima que la población mundial alcanzará los 9,8 mil millones en 2050, y 11,2 mil millones en 2100, de los 7,6 mil millones en la actualidad). En 2016, las Naciones Unidas estimaba que el 54,5 por ciento de la población mundial vivía en asentamientos urbanos y prevé que las áreas urbanas alojarán al 60 por ciento de la población mundial en el año 2030 (esto significa que una de cada tres personas vivirá en las ciudades). Esto tendrá un impacto importante en la contaminación del aire, un problema con el que los países en proceso de industrialización rápida, como India y China, enfrentan a diario. China, en particular y como veremos a continuación, es quien marca el rumbo en términos de la evolución del mercado de vehículos eléctricos.

Pero, ¿qué tan grande es el impacto ambiental del sector del transporte? El Banco Mundial informa que la industria del transporte produce alrededor del 23 por ciento de las emisiones globales de CO2 a partir de la quema de combustible. También es el sector con el crecimiento más acelerado en el consumo de combustibles fósiles y la fuente de emisiones de CO2 de más rápido crecimiento. Con la acelerada urbanización en los países en desarrollo, el consumo de energía y las emisiones de CO2 por parte del área del transporte urbano aumentan rápidamente.

En China el tema es muy preocupante ya que un estudio del Banco Mundial sobre 17 ciudades de ese país muestra que China observó que el consumo de energía en el transporte urbano y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) han crecido entre 4 y 6 por ciento al año en las principales ciudades como Pekín, Shanghai, Guangzhou y Xi’an. En la capital de China, Pekín, el tema de la contaminación del aire en realidad está ahogando lentamente a sus ciudadanos y a la economía, ya que la concentración de partículas de PM 2,5 de la ciudad –las que son lo suficientemente pequeñas para penetrar profundamente en los pulmones y entrar en el torrente sanguíneo- alcanzó recientemente los 505 microgramos por metro cúbico (la Organización Mundial de la Salud recomienda un nivel seguro de 25). El recrudecimiento de la contaminación del aire también ha ocasionado la cancelación de vuelos, ha cerrado carreteras, e incluso evitado que los turistas visiten la Ciudad Prohibida de Pekín cuando cerró sus puertas, ¡impidiendo que 11.200 personas visitaran el lugar!

Entonces, ¿hasta qué punto se generalizará el uso de los vehículos eléctricos (VE) para combatir estos problemas? Existe la creciente convicción de que los VE representan el futuro de los automóviles. La revista Forbes informó recientemente que los costos de la tecnología han disminuido significativamente, dado que el costo de las baterías es aproximadamente el 20% de lo que era hace cinco años. Junto con las innovaciones tecnológicas y la importante capacidad de las nuevas baterías que entran en funcionamiento en China, esto es un buen augurio para que los precios bajen de nuevo. A nivel de la infraestructura, las estaciones de recarga también están siendo instaladas ampliamente a través de China, los Estados Unidos y en otros de los principales países alrededor del mundo. Por último, los costos de operación de los VE son más bajos que los de los vehículos que funcionan con gasolina, incluso considerando los precios actuales del petróleo. A medida que los costos de la tecnología hacen que el precio inicial de los VE sea menor, la paridad de precios con los vehículos a gasolina y los menores costos operativos, plantean un argumento económico convincente a favor de los vehículos eléctricos. Y China está tomando el liderazgo en este tema.

Dado que es el país más poblado del mundo y que espera contar con más de un tercio de las 600 mayores megápolis del mundo a más tardar en el año 2025, China ya se ha adelantado a otros países. En 2016 se vendieron 507.000 VE en China, lo que representa un 53% más que en 2015. Mientras tanto, 222.200 VE fueron vendidos en Europa, un aumento del 14%, y en los Estados Unidos se vendieron 157.130 unidades, lo que significa un aumento del 36% con respecto al año anterior.

climate-change-2254711_1920En el ámbito del medio ambiente, un tema que debe superarse en esta rápida generalización de los nuevos vehículos es el hecho de que la elevada proporción de vehículos eléctricos hará que la producción de electricidad adicional que requiere se incremente de manera sustancial. Ante la falta de coordinación por parte de los países, esto podría ejercer una importante presión sobre la infraestructura de la red eléctrica. La Comisión de la Unión Europea informa que, incluso entre los países que poseen una cuota similar de energías renovables, las estrategias de gestión para adecuar la recarga de un gran número de vehículos eléctricos pueden ser muy diferentes, dependiendo de los tipos de energía renovable y la generación tradicional de energía en cada país. Dicho esto, la Comisión de la Unión Europea también ha confirmado que las emisiones de CO2 que se evitan en el sector del transporte por carretera superan el incremento en las emisiones provocadas por la generación de electricidad. De hecho, esto podría resultar en una reducción neta de 255 megatoneladas de CO2 en 2050, una cantidad equivalente a alrededor del 10% del total de las emisiones provenientes de todos los sectores para ese año en la región.

Por último, en relación al beneficio para la salud pública, las emisiones del sector del transporte por carretera se producen a nivel del suelo y generalmente en áreas donde las personas viven y trabajan, como las ciudades y pueblos, lo que significa que gran parte de la población se encuentra expuesta a ellas. Por el contrario, las centrales eléctricas, en general, se encuentran situadas fuera de las ciudades, en zonas menos pobladas. A causa de esta exposición más baja, un cambio de las emisiones del sector del transporte por carretera hacia el sector de generación de energía puede, por lo tanto, ser beneficioso para la salud.

Aunque están comenzando a contribuir a aliviar la crisis inmediata de la contaminación del aire que padecen países como China e India, los VE sólo son una de las formas en que podemos avanzar hacia una economía más eficiente en el uso de los recursos y hacia un sistema de transporte sin emisiones de carbono para combatir eficazmente el cambio climático. El reemplazo de vehículos que funcionan con gasolina por vehículos eléctricos puede contribuir a reducir las emisiones, aunque cuánto beneficiará al medio ambiente dependerá en gran medida de la fuente que se utilice para recargar los vehículos: ya sea energía renovable, energía nuclear o combustibles fósiles. El reemplazo de la flota de vehículos urbanos no resolverá todos los demás problemas relacionados con el transporte, incluyendo la congestión del tráfico y la demanda de infraestructura vial que va en aumento. De acuerdo a la propuesta de la comunidad internacional durante el reciente Foro Político de Alto Nivel de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible 2017, debemos lograr una «transformación sistemática» que incluya a los biocombustibles renovables, una evolución hacia el transporte público y cambios en el uso de nuestros sistemas de transporte.


Shifting Gears and Engines: Deploying Electric Vehicles to Save the Planet and its People

By Marc Jourdan, GFDD UN Programs & Outreach Manager

electric-car-1458836_1920In case you hadn’t heard, new French President Emmanuel Macron announced two weeks ago that his country will end the sale of gas or diesel-powered cars by 2040!

This move follows related announcements by countries such as Norway, which seeks to fully transition to the sale of electric vehicles by 2025, the Netherlands, which is debating a similar law, and India, which wants to become a fully EV nation by 2030.

So why are all these countries suddenly switching to plug-in cars? In addition to the environmental arguments advocated for by the above-mentioned signatory countries of the recent Paris Agreement on climate change, there are also important public health reasons, including the fact that the world population is rapidly increasing (the UN estimates the world population to reach 9.8 billion in 2050, and 11.2 billion in 2100 from 7.6 billion today). In 2016, the UN estimated that 54.5 percent of the world’s population lived in urban settlements and by 2030 it foresees that urban areas will house 60 percent of people globally (this means that one in every three people will live in cities). This will have a significant impact on air pollution, an issue which rapidly industrializing countries such as India and China are grappling with on a daily basis. China in particular, as we will see below, is the trend setter in terms of the evolution of the electric vehicle market.

But how big is the environmental impact of the transportation industry? The World Bank reports that transportation produces around 23 percent of the global CO2 emissions from fuel combustion. It is also the industry with the fastest growing consumption of fossil fuels and the fastest growing source of CO2 emissions. With rapid urbanization in developing countries, energy consumption and CO2 emissions by urban transport are therefore increasing rapidly.

In China, the issue is very worrying, as a World Bank study of 17 sample cities in China noted that urban transport energy use and greenhouse gas (GHG) emissions have recently grown between 4 and 6 percent a year in major cities such as Beijing, Shanghai, Guangzhou, and Xi’an. In China’s capital city, Beijing, the issue of air pollution is in fact slowly choking its citizens and the economy, as the city’s concentration of PM 2.5 particles – those small enough to penetrate deep into the lungs and enter the bloodstream – recently hit 505 micrograms per cubic meter (The World Health Organisation recommends a safe level of 25). The worsening air pollution has also grounded flights, closed highways, and even kept tourists from visiting Beijing’s Forbidden City when it closed its doors, preventing 11,200 people from visiting the site!

So, to what extent will electric vehicles (EVs) be rolled out to combat these issues? There is a growing belief that EVs represent the future of automobiles. Forbes magazine recently reported that technology costs have declined significantly, with battery costs approximately 20% of what they were five years ago. Together with technological innovations and substantial new battery capacity coming on stream in China, this bodes well for further price declines. At the infrastructure level, charging stations are also being extensively deployed in China, the United States and other major countries around the world. Finally, EVs have lower operating costs than gas-powered vehicles, even at today’s oil prices. As technology costs drive the initial price of EVs lower, price parity with gas-powered vehicles and lower operating costs will make a compelling economic case for EVs. And China is taking the lead on this.

Being the most populous country in the world and expecting to host over one-third of the world’s 600 largest mega cities by 2025, China has now pulled ahead of other countries. In 2016, 507,000 EVs were sold there, a 53% increase from 2015. Meanwhile, 222,200 EVs were sold in Europe, a 14% increase; and 157,130 units were sold in the United States, a 36% increase from the prior year.

climate-change-2254711_1920At the environmental level, one issue to overcome in this rapid new vehicle deployment is the fact that the high shares of EVs will require significant additional electricity generation. In the absence of coordination by countries this may put significant stress on electricity infrastructure. The EU Commission reports that even between countries with a similar share of renewable energy, management strategies to accommodate the charging of a large number of electric vehicles can be very different, depending on the types of renewable energy and conventional power generation in each country. That being said, the EU Commission has also confirmed that the avoided CO2 emissions in the road transport sector would outweigh the higher emissions from electricity generation. Indeed, a net reduction of 255 megatons of CO2 could be delivered in 2050, an amount equivalent to around 10% of the total emissions from all sectors for that year in the region.

Finally, turning to the public health benefit, emissions from road transport occur at ground level and generally in areas where people live and work, such as cities and towns, meaning that much of the population is exposed to them. In contrast, power stations are generally outside cities, in less populated areas. Because of this lower exposure, a shift of emissions from the road transport sector to the power generation sector can therefore be beneficial for health.

Although they are starting to help alleviate the immediate air pollution crisis experienced in countries like China and India, EVs are just one way in which we can move toward a more resource-efficient economy and decarbonized transportation system to effectively combat climate change. Replacing gas-powered vehicles with electric vehicles can help reduce emissions, although how much it will benefit the environment depends significantly upon the source used to charge vehicles: whether renewable, nuclear power or fossil fuel sources. Replacing the fleet of urban vehicles will not solve all the other transport-related problems which include traffic congestion and increasing demand for road infrastructure. As advocated by the international community during the recent 2017 UN High Level Political Forum on Sustainable Development, we need to achieve “systematic transformation,” that includes renewable biofuels, a shift towards public transport and changes to how we use our transport systems.