“Habiéndosele menospreciado por mucho tiempo como nada más que un desierto hostil y congelado, la Antártida ha sido finalmente reconocida como el continente que determinará el destino del mundo”, declaró a principios de esta semana el director ejecutivo de la Antártida de Nueva Zelandia, Peter Beggs, ante un grupo de 150 científicos durante la sesión inaugural de la Conferencia sobre la Antártida, que se realizó en Nueva Zelandia. Durante los últimos años, la investigación científica sobre la Antártida y su impacto a nivel global han puesto en evidencia la importancia que tiene para la humanidad el proteger el desierto helado.
En la actualidad, la Antártida se está volviendo más verde, según explican los investigadores. Lamentablemente, no se refieren al medio ambiente. De hecho, el hielo se está derritiendo y la cobertura de nieve está disminuyendo, lo cual permite que cada año los visitantes descubran más y más espacios verdes sin cobertura ni de hielo ni de nieve. Y las cifras son alarmantes. A finales de marzo de este año, el hielo había alcanzado su nivel más bajo de los últimos 40 años. Esto podría deberse a una serie de tormentas que tuvieron lugar a finales del año pasado y que trajeron consigo aire caliente y fuertes vientos, ¡derritiendo 75.000 kilómetros cuadrados de hielo por día! Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), tanto el Ártico como la Antártida se están calentando el doble de rápido que el resto del mundo. Mientras la comunidad mundial busca soluciones para combatir el calentamiento global, se debería dar prioridad a adoptar medidas audaces con respecto a los territorios polares.
Sin embargo, en lo que respecta a la situación específica de la Antártida, tomar acción parece difícil a nivel internacional. En primer lugar, si bien la Antártida es un entorno prístino, sólo el 1,5% de su superficie tiene protección medioambiental. Por otra parte, el Sistema del Tratado Antártico (STA) firmado en 1959, el cual dividió la Antártida entre varios países, todavía no ha logrado asegurar la cooperación global en los temas que conciernen la protección medioambiental. En cambio, muchos países pusieron en marcha misiones científicas con el fin de enarbolar sus propias banderas sobre el continente helado. Para ilustrar estas maniobras internacionales, 23 países han adjudicado nombres a un total de 37.557 localidades. Esta situación ha permitido que el turismo, la pesca y los proyectos de bioprospección avancen, amenazando de esta forma al continente a causa de la actividad humana. Entre los años 2013 y 2014, cerca de 28.000 turistas visitaron el continente.
De hecho, la mayoría de las personas piensan que la Antártida es un entorno completamente prístino. Si no hay pueblos indígenas, sólo pingüinos y albatros que viven lejos de los peligros que enfrentan los animales salvajes en otros continentes, ¿por qué debemos preocuparnos por el continente? De acuerdo con Peter Beggs, “en la actualidad es obvio y alarmante que somos una especie que depende del hielo”. Se considera a la Antártida como un regulador para nuestro planeta. El derretimiento del hielo primero sería responsable por el aumento del nivel del mar y, por lo, tanto amenazaría las islas pequeñas y los territorios costeros. Pero el papel de la Antártida podría ser mucho más importante. Las masas antárticas de aire afectan la circulación de los océanos, las corrientes rápidas, y podrían estar vinculadas a fenómenos extremos como los períodos de frío extremo, las olas de calor y las sequías. Es un impacto enorme que debería convencer a la comunidad global para que cuide la Antártida.
De esta forma, la Antártida desempeña un papel crucial para lograr el desarrollo sostenible. Por lo tanto, debe ser protegida para garantizar que nuestro planeta está bien reglamentado. Teniendo en cuenta la situación especial del continente, garantizar su futuro sólo será posible si se cuenta con la cooperación internacional. Aumentar el número de las áreas ecológicamente protegidas debe ser una prioridad para lograr preservar la Antártida. Además, debido a que la protección del medio ambiente no conoce fronteras, todas las medidas que se tomen alrededor del mundo también contribuirán a salvar la Antártida.
Para obtener más información sobre el tratado internacional sobre la Antártida, visite: https://www.weforum.org/agenda/2017/03/antarctica-claimed-unprotected-environment
Who will save Antarctica?
“For so long dismissed as nothing more than a hostile and frozen desert, Antarctica is finally recognized as the continent which will determine the fate of the world” stated Peter Beggs, Chief executive of Antarctica New Zealand, before an audience of 150 leading scientists during the opening session of the Antarctica Conference, in New Zealand earlier this week. Over the last few years, scientific research about Antarctica and its global impact have brought to light evidence as to how important it is for humankind to protect this frozen desert.
Antarctica is currently getting greener, researchers explain. Sadly, they are not speaking about the environment. Indeed, ice is melting and snow coverage is shrinking, allowing visitors to discover every year more and more green spaces without any ice or snow. And figures are alarming. By late March this year, the ice had reached its lowest level of the past 40 years. This could be due to a series of storms at the end of last year that brought warm air and strong wind, melting 75.000 square kilometers of ice per day! According to the World Meteorological Organization (WMO), both the Arctic and Antarctica are warming twice as fast as the rest of the world. While the global community is looking for solutions to combat global warming, bold actions concerning polar territories should be a priority.
However, regarding the specific status of Antarctica, acting seems difficult at the international level. First, even though Antarctica is a pristine environment, only 1.5% of its surface is environmentally protected. Moreover, the International Antarctic Treaty System (ATS) signed in 1959, dividing Antarctica between several countries, has not yet managed to achieve global cooperation on environmental protection issues. Instead, many countries initiated scientific missions to fly their national flag over the iced continent. Illustrating these international moves, 23 countries have assigned a total of 37.557 places names. This situation has enabled tourism, fishing and bioprospecting to gain ground, thereby threatening the continent through human activity. In 2013-2014, nearly 28.000 tourists landed on the continent.
Indeed, most people think of Antarctica as a completely pristine environment. If there are no indigenous people, only penguins and albatrosses living far away from the dangers faced by wildlife on other continents, why should we worry about the continent? According to Peter Beggs, “it is now alarmingly obvious that we are an ice-dependent species”. Antarctica is seen as a regulator for our planet. Ice melting first would be responsible for sea level rise, and thereby threaten small islands and coastal territories. But the role of Antarctica could be much more important. Antarctic air masses affect ocean circulation, jet stream, and could be linked to extreme phenomena such as cold spell, heat waves and droughts. A huge impact that should convince the global community to take care of Antarctica.
Thus, Antarctica plays a key role on the road to sustainable development. It should therefore be protected to ensure that our planet is well regulated. Considering the special status of the continent, ensuring its future will only be possible through international cooperation. Increasing the establishment of environmentally protected areas should be a priority in the quest to preserve Antarctica. Moreover, because environmental protection knows no borders, every action around the world will also contribute to save Antarctica.
To learn more regarding the international treaty on Antarctica, please, visit: https://www.weforum.org/agenda/2017/03/antarctica-claimed-unprotected-environment